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Análisis de riesgo de la Industria manufacturera post Pandemia

La pandemia de COVID-19 ha subrayado la dependencia del sector manufacturero en las líneas de producción y cadenas de suministro globales. Las decisiones de las ubicaciones de las instalaciones manufactureras  serán vitales para los fabricantes que buscan salvaguardar las líneas de producción mientras trazan un camino hacia la rentabilidad.

El Índice Global de Riesgo de Manufactura 2020 de Cushman & Wakefield evalúa las ubicaciones más adecuadas para la fabricación global entre 48 países de Europa, América y Asia Pacífico, teniendo en cuenta el escenario Covid y Post Covid 19.

Dentro del informe, los países han sido evaluados en cuatro áreas clave:

Capacidad de recuperación: capacidad proyectada para reiniciar las operaciones de fabricación a medida que las medidas de confinamiento por el Covid 19 se relajan y el negocio comienza a volver a la normalidad.

Condiciones: entorno empresarial, incluida la disponibilidad de talento y el acceso a los mercados

Costos: costos de operación, incluyendo mano de obra, electricidad y bienes raíces.

Riesgos: políticos, económicos y ambientales.

Los criterios de movilidad de la industria global manufacturera responden a clasificaciones y ponderaciones.  La clasificación de la capacidad de recuperación otorga igual importancia a la capacidad de un país para reiniciar su sector manufacturero. Aquellos con condiciones económicas e infraestructura que apoyan una recuperación más rápida están en la parte superior de la clasificación, mientras que aquellos con más obstáculos para lograr una recuperación completa están en la parte inferior. En Latinoamérica, la manufactura de acuerdo a estos criterios, se ubica en los últimos cuartiles con México, Peru, Colombia, Argentina y Venezuela.

Para Panamá, ¿qué importante es este Índice?  Importa porque muestra cómo se mueve la Industria y qué factores son claves para la instalación o retiro de manufacturas, especialmente luego de la Pandemia. Y en Panamá el Ejecutivo ha anunciado que una de las medidas para impulsar la economía pos Pandemia es a través de una Ley de Incentivos a la Industria manufacturera.

Analicemos ahora lo que nos muestra el Índice Global, tomando en cuenta una fotografía que pre- Covid daba señales inequívocas de cómo se estaban cambiando los criterios de movilidad de la Industria.

Dos palabras son claves en la manufactura: reshoring, que consiste en un concepto que hace referencia al proceso de devolver la producción de productos al país original de la compañía. Viene a ser el opuesto a la deslocalización u offshoring que implementa la producción en tierras extranjeras a la empresa para reducir el costo de la mano de obra y la fabricación. Por lógicas razones, a Panamá le interesa captar el reshoring, entonces la pregunta obligada es:  ¿se estará moviendo la industria en ese sentido o sólo nos estaremos ilusionando? Veamos.

El Boston Consulting Group, en su encuesta global 2019 a compañías manufactureras, determinó que:

1-            Más de la mitad de los ejecutivos encuestados informaron que estaban planeando o considerando actividades de reshoring en los próximos cinco años.

2-            Notablemente, el 97% dijo que considerarían tener una fuente nacional para la producción de piezas si el precio y la calidad fueran competitivos con los proveedores extranjeros.

3-            Además del creciente atractivo de los mercados estadounidenses, la imprevisibilidad de los aranceles y las regulaciones comerciales y los aumentos inesperados de los costos  en las diversas locaciones por el mundo, han colocado a las empresas que realizan estos negocios internacionales en una situación de alerta.

4-            La encuesta confirmó que desde el 2017 al 2018, el número de empresas que operan en múltiples ubicaciones globales disminuyó en un 10%.

Ahora bien, ya con esa foto pre-Pandemia, el Índice Global de Riesgo de Manufactura 2020 de Cushman & Wakefield lo complementa como una herramienta indispensable para poder analizar con fundamento qué tanto podemos esperar de un impulso económico al país mediante la Ley anunciada.

©2020 Cushman & Wakefield.

Clasificación global, primeros quartiles

China conserva la primera posición en la clasificación que no considera el impacto de la pandemia actual. La diversificación combinada con un avance en la cadena de valor para centrarse en las telecomunicaciones, la alta tecnología (el 40% de los robots producidos en todo el mundo se fabrican en China) y las computadoras han ayudado al sector manufacturero chino a mantenerse un tanto resistente a las guerras comerciales.

Las regiones manufactureras clave en China incluyen Guangdong y Jiangsu, que se centran en componentes electrónicos y automotrices, mientras que Zhejiang y Liaoning se centran en productos químicos y recursos naturales.

A pesar de estar también en el centro de las guerras comerciales actuales, Estados Unidos ha mantenido el segundo lugar en el ranking de referencia de este año. Al igual que China, EE. UU. ofrece un gran mercado de consumo, amplia oferta laboral, incentivos tanto a nivel federal como estatal, así como una red de infraestructura establecida (aunque menos moderna que China). Con la rápida adopción de la tecnología en los procesos de producción, los EE. UU. y su fuerza laboral de mayor costo podrían comenzar a estar mejor alineados para competir con China por los empleos de manufactura. El volumen de la actividad manufacturera en los EE. UU. está impulsado principalmente por las industrias de petróleo y gas, productos químicos y automotrices en Louisiana, Texas y Carolina del Sur, respectivamente.

Este año, en el ranking de referencia, India subió al tercer lugar desde el cuarto lugar el año pasado. Ya establecida en productos farmacéuticos, químicos e ingeniería, que son el foco de las guerras comerciales entre Estados Unidos y China, India se beneficiará de cualquier reubicación de plantas desde China a otras partes de Asia. Sin embargo, las reformas a las leyes de tierras y laborales son críticas para el éxito de la India como un lugar de fabricación global.

Si bien la India representa solo una pequeña parte de la fabricación mundial (1,68%), su industria farmacéutica abastece más de la mitad de la demanda mundial de vacunas y el 25% de los medicamentos en el Reino Unido, según un informe de julio de 2019 de la India Brand Equity Foundation.

Las regiones clave en la India con una alta actividad manufacturera incluyen Andhra Pradesh con un enfoque en los negocios agrícolas y el papel y el embalaje, mientras que más recientemente regiones como Gujarat y Uttar Pradesh han experimentado una importante afluencia de inversiones en componentes electrónicos y tecnología de comunicación.

La República Checa subió en el ranking de referencia al cuarto lugar. La fuerte inversión extranjera directa en el sector manufacturero checo ha permitido desarrollar una moderna red de infraestructura con fuertes vínculos con Alemania. Más específicamente, antes de la pandemia, los mercados laborales en Katowice (suroeste de Polonia), el norte de la República Checa y Eslovaquia habían sido muy ajustados con una tasa de desempleo casi nula, unos aumentos salariales significativos y una alta rotación de empleados. El shock económico causado por los bloqueos podría potencialmente aliviar las condiciones del mercado laboral que, hasta ahora, han presionado a muchos fabricantes para que consideren ubicaciones más al este. Además de una infraestructura bien desarrollada, la región de ECO es parte de la UE y tiene una de las densidades más altas de trabajadores manuales calificados en Europa.

Qué elementos son los tomados en cuenta para el offshoring o reshoring en la Industria manufacturera.

Como en cualquier otra industria, los elementos decisorios son tres: las condiciones de la misma, los costos laborales y el riesgo de la locación de la industria.

©2020 Cushman & Wakefield.

Condiciones: salvaguardia de líneas de producción y cadenas de suministro

Después de la Segunda Guerra Mundial, en respuesta a la expansión del  mercado consumidor europeo y la mano de obra barata en Asia, la globalización de la industria de la manufactura alimentó una larga ola de deslocalización. Mientras que a principios de la década de 1950, los EE. UU. representaron el 40% de la fabricación global de bienes, ese porcentaje se fue diluyendo más tarde con la entrada en competencia de Europa y los países asiáticos; y desde el final de los 70 y acelerando a través de la década de 1990 y en el 2000, China ha sido el destinatario de la mayor parte de la deslocalización de la producción de los países desarrollados.

De 2000 a 2018, las exportaciones de China aumentaron casi cinco veces a US $ 1,2 billones con su cuota mundial de participación en aumento, del 3.9% a 28.4%.

La pandemia de COVID-19 ha subrayado la vulnerabilidad del sector manufacturero arraigada en su dependencia de líneas de producción globales y cadenas de suministro.

El golpe más fuerte, la industria automotriz mundial se enfrenta a una crisis sin precedentes. En Europa, la mayoría de las plantas de automóviles se cerraron temporalmente debido a la caída de la demanda, la escasez de oferta, las medidas gubernamentales y los casos de infecciones por coronavirus y cuarentenas entre sus empleados. Un número ahora está comenzando a reabrir, pero pasará un tiempo antes de que alcancen los niveles de producción pre-Covid-19.

Una de las mayores preocupaciones y dudas es cómo balancear entre la localizaciones alejadas y las entregas a tiempo, impactadas por la irrupción del Covid 19.

La respuesta más probable inmediata de los fabricantes será volver a tener más inventario. Hasta que se puedan reestructurar las cadenas de suministro y las líneas de producción, esta medida proporcionará más flexibilidad y menos vulnerabilidad a las interrupciones en caso de una segunda ola pandémica o períodos de bloqueo prolongados.

Más allá del desafío actual pandémico, los nuevos acuerdos comerciales (por ejemplo, BREXIT, TLCAN) y las guerras comerciales, estaban aumentando los aranceles comerciales tanto para los productos terminados como para las materias primas, lo cual ya estaban eliminando algunas de las ventajas de los bajos costos de la deslocalización.

Dado que la fabricación mundial se ve significativamente interrumpida por la pandemia actual, las condiciones están ahora maduras para que los fabricantes mundiales de piezas y productos terminados avancen con las discusiones y planes de relocalización previos al COVID-19 en curso. El reshoring acortaría las cadenas de suministro, reduciendo efectivamente los largos plazos de entrega, dando así a los fabricantes un mayor control sobre las cantidades de producción para permitir una mayor flexibilidad en respuesta a la demanda. Además, la automatización, la robótica y la impresión 3D hacen de la relocalización una solución viable en términos de costos, que ya era una preocupación pre-pandémica para los fabricantes en respuesta al aumento de los salarios en China y otros países asiáticos.

La mayoría de los países quieren tener un sector manufacturero fuerte que genere puestos de trabajo de diversas maneras. En general, los empleos de manufactura directa no son más altos que el sector de los servicios, pero como las empresas manufactureras tienden a gastar más en investigación y desarrollo, existe el potencial de generar empleos de mayor valor en innovación y propiedad intelectual.

Por muy factible que sea la solución, el reshoring a escala masiva no es realista por ahora; a mediano plazo, la solución parecería ser la localización del abastecimiento de componentes en forma de reshoring o, si no es factible, cerca de los países que están más cerca geográficamente.

Escenario de Costos

Las clasificaciones de escenarios de costos de este año reflejan el amplio impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China en el posicionamiento regional. Mientras que China mantiene su posición de liderazgo, Vietnam e India saltaron a la segunda y tercera posición respectivamente. A medida que crecieron los salarios mínimos en China, más pedidos de productos intensivos en mano de obra como ropa, juguetes y zapatos se trasladaron a lugares menos costosos en India, Bangladesh, Myanmar y Vietnam.

Sin embargo, a pesar de la iniciativa del gobierno para atraer fabricantes, Vietnam e India no han podido realizar inversiones a la escala de China para construir y modernizar sus redes de infraestructura. Una amplia oferta de mano de obra, un mercado de consumo interno grande y en expansión, un bajo valor monetario e incentivos gubernamentales que incluyen tierras económicas, infraestructura gratuita y generosos incentivos financieros ayudan a asegurar la posición superior de China en la clasificación de costos.

Escenario de Riesgos

En la parte superior de la clasificación de escenarios de riesgo, EE. UU. y Canadá están bien posicionados para impulsar una aceleración en la reubicación. Los recursos naturales, los amplios fondos laborales, los incentivos federales y estatales, los grandes mercados de consumo y la infraestructura hacen que estos países sean competitivos, especialmente en un entorno global menos predecible y menos seguro.

Sin embargo, el enfoque interno y la postura anti-comercio de la actual administración de EE. UU. rebajaron a EE. UU. del primer lugar en la clasificación del año pasado al segundo lugar este año detrás de Canadá. La transparencia, las inversiones en redes de infraestructura y la ausencia de preocupaciones geopolíticas contribuyeron a posiciones de mayor clasificación para Singapur y Alemania, tercero y cuarto respectivamente.

Aunque todavía no se tiene en cuenta en los datos de este año, el aumento de los aranceles a las exportaciones alemanas que representan el 47% del PIB causó una marcada desaceleración económica en 2019, antes de la pandemia actual. A pesar de su conflicto comercial con los EE. UU., China todavía ocupaba el puesto número 5 en el escenario de riesgo. Dado el posible cambio posterior a la pandemia en las estrategias de abastecimiento y cadena de suministro y los riesgos geopolíticos en evolución, su clasificación puede fluctuar en el futuro. Sin embargo, es demasiado pronto para predecir con precisión qué tan rápido pueden ocurrir estos desarrollos o la importancia que pueden tener en las clasificaciones futuras.

Concluyendo, el reshoring como estrategia, en un escenario Post Covid 19, se plantea como una propuesta que puede fortalecer la economía de un país, creando nuevas posiciones de trabajo, reduciendo el desempleo y ayudando a equilibrar posibles déficits comerciales. Esta iniciativa ha sido la estrategia de los últimos años en Estados Unidos y entre las razones argumentadas a su favor se mencionan la mejora de la calidad y consistencia de la producción, mejora de la capacidad de responder a las demandas de los clientes y reducir costos totales.

Entonces, mientras el mundo de la manufactura ya estaba desde hace varios años dando señales del reshoring, parecería que en Panamá se va en sentido contrario intentando promover el offshoring justo cuando todos los países competitivos del sector están viendo cómo retener las industrias, o mediante medidas proteccionistas amparadas con la pandemia, reingresan las mismas a su propio país. No deja de ser una idea interesante, ¿pero por qué no entonces redefinir el marco institucional para que cualquier industria, sector, emprendedor, local, extranjero, pequeño o grande decidan invertir en el sector que prefieran y mediante una ley común para todos?.

Fuente: Cushman & Wakefield. 2020 Global Manufacturing Risk Index.

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