La pregunta del título obedece al adoctrinamiento empobrecedor sobre la propiedad al que han sido expuestos muchos panameños de poca escolaridad, por parte de inescrupulosos politicastros que, a través del tiempo, se han dedicado a promover una lucha entre clases con el propósito de afianzar el control gubernamental. Una de las frases que ha calado en la población fue el “no a la privatización.” Semejante adoctrinamiento empobrecedor ha producido que muchos panameños, y no sólo los más humildes, adversen el mercado y busquen trabajo gubernamental.
Pero no sólo favorecen la creación de empresas gubernamentales que compiten o anulan el mercado, sino que han creado una adicción a los subsidios destructivos. Como resultado vemos que llegan extranjeros que entienden muy bien que sin emprendimiento no tienen futuro y, no sólo se toman las plazas de trabajo, sino que la mayoría de los negocios en el país son de y por extranjeros. De hecho, mi familia Novey y Bennett es clásico ejemplo, aunque nuestra abuela fue panameña con parientes ligados a nuestra gesta de independencia.
Profundicemos entonces, en el tema de la propiedad, de los precios, el mercado y tal. Sin propiedad no hay mercado; y, privatización es propiedad, comenzando por ser dueño de tu cuerpo y tu vida. Los marxistas dirán que no, que el “estado” es dueño hasta de tu cuerpo y tus hijos. La actual Constitución panameña, Artículo 284, establece que: “El estado intervendrá en toda clase de empresas… para hacer efectiva la justicia social… Regular… tarifas, servicios y precios. Coordinar los servicios y la producción…”
Si no eres propietario o dueño de algo, no lo puedes canjear o vender. Por ejemplo, si vas al mar y ves un pez en el agua ¿acaso ese pez tiene dueño o precio? Obvio que no. Ahora, si lo pescas, te conviertes en propietario del antes pez y ahora pescado. Has privatizado al pez. Cuando regresas al muelle y alguien de dice: “¿Cuánto el pescado?, se activa el mercado. Si solo pescaste uno, tal vez le dices: “Lo siento, pero este lo llevo a casa para alimentar a la familia.” O, el sujeto te dice: “Oye, pero te doy $20 por esa corvina, pues tengo miedo de regresar a casa sin el elemento para el ceviche.”
El mercado y sus precios son el antídoto para la “Tragedia de los Comunes”: El problema con la propiedad comunal, tal como el mar, es que como es de todos, no es de nadie y nadie lo cuida. Está el MEDUCA o, mejor dicho, NODUCA que tantos vandalizan. Pero, lo peor del NODUCA es que convencieron a tío pueblo de que su “noducación” es “gratuita”. Tío politicastro te regaló una dinamita con la mecha encendida y te vas alegra con ella en el bolsillo…
Jordan Peterson nos advierte que: “Todos estamos en el embrollo de la vida, buscando sacar ganancia y, tal vez, alegría; pero ello es algo personal que, al pretender hacerlo por una vía comunal se torna imposiblemente complejo.” El ser humano es un ser social; lo cual no significa que la sociedad o lo común pueden aplastar a la persona en busca de un “interés social” que casi nadie sabe lo que es; de hecho, la Constitución no lo define. Yo lo defino como el interés del gobierno profundo.
La creación de riqueza o, aquello que es rico, que nutre no sólo el cuerpo sino el alma, y que abre caminos de superación para toda la comunidad, se logra agregando valor a los servicios y los productos; lo cual no hace el NODUCA. El valor lo agrega cada quien a su manera; sea vendiendo “raspao” o construyendo naves espaciales. De hecho, ahorita los precios de los viajes al espacio se han abaratado gracias a empresas privadas como la de Elon Musk. Vean por dónde va el asunto: https://www.spacex.com/launches/. Ahora los gobiernos contratan a Space x para los viajes a la Estación Espacial, ya que el costo es mucho menos. Y, ya esta empresa tiene planes para la luna y más allá.
Los marxistas alegan que el mayor valor descansa en la mano de obra o la labranza y no en el aporte personal de cada humano en la gestión de su vida y su economía, lo cual es más que necedad.
Excelente analisis de nuestra actualidad politica y economica. Los panameños debemos recapacitar y no dejar que los politicos nos sigan manejando a su antojo. Eduquemos y empoderemos a los mas vulnerables sobre su propio valor como seres humanos.