Los más dados a planificar la vida ajena son los comunistas, que no toleran la naturaleza del albedrío humano; pero, también está la pervertida política con sus pervertidos politicastros, quienes no están para procurar la independencia de los ciudadanos, ya que son como garrapatas que viven de la sangre des sus víctimas. Y por otro lado está la pasividad de la gran masa que acoge la mentalidad semoviente y clama por sus derechos a heno.
Lo que une a todos los grupos que favorecen el control social (planificar), es el rechazo a lo que ellos llaman “caos”. Es decir, un pueblo en el cual cada quien resuelve por su propia cuenta, sin subsidios, es impensable. Hablo de “libre mercado”, el terror del politicastro, ya que en semejante ambiente ellos no podrían “prosperar”.
En palabras de Eric Molino en conferencia de la APEDE, especialista en riesgo: El intervencionismo no propone ninguna solución, sino más bien “crea ineficiencias de mercado y perjudica a quien pretende ayudar. Y, es que los malos gobernantes poco o nunca se centran en las causas profundas del mal, sino en los síntomas. Y añado yo: Es como tomar laxante para purgar el intestino; pero sin parar el comer desordenado.
Un ejemplo que da Llewellyn H. Rockwell Jr. es el de tantas innovaciones tecnológicas que nacen gracias a subsidios, sin los cuales las mismas no podrían subsistir; y todo ello bajo la argucia de que se trata una “distribución de riqueza”, que premia al no productivo y castiga al productivo. El “ejemplo ejemplar” sobre planificar lo “implanificable” es el NODUCA, el cual ha distorsionado por completo el mercado educativo. Hoy, en Panamá, como en tantos otros sitios, los vástagos de tío pueblo languidecen en los centros de adoctrinamiento central, en dónde les adiestran en las rutinas del rebaño.
Ya la creencia imperante es que la economía es cosa del gobierno y no del ciudadano; lo cual es basura de la peor clase que anida en la misma Constitución: “El ejercicio de las actividades económicas corresponde primordialmente a los particulares; pero el Estado las orientará, dirigirá, reglamentará, reemplazará o creará, según las necesidades sociales y dentro de las normas del presente Título, con el fin de acrecentar la riqueza nacional y de asegurar sus beneficios para el mayor número posible de los habitantes del país.
El Estado planificará el desarrollo económico y social, mediante organismos o departamentos especializados cuya organización y funcionamiento determinará la Ley. ¡Honor a Cantinflas!
Si algo han hecho los gobiernos a través del tiempo es destruir el libre mercado y la economía; esa que debe fluir de abajo hacia arriba y no al contrario. Y siempre regreso al mismo ejemplo; de ver que la gran mayoría de los negocios en el país están en manos de extranjeros emprendedores, ya que los nacionales no creen o no les gusta lo privado o empresarial. No estiman a la propiedad.
Creer que, si el gobierno tira más dinero ajeno a la calle, ello va a producir aumento económico real, es infantilismo o peor: es pillaje dirigido. Alegan que el sector privado no ayuda a los pobres y necesitamos la intervención de los zorros del gallinero. Y todo ello presupone que esos zorros saben más de negocios que los empresarios, con todo y que la mayoría jamás manejó un negocio.
Un ejemplo clásico es la nueva encerrona covidosa del mes de junio en curso, la que obliga a cerrar los negocios, restaurantes y tal a las 9:00 p.m. ¡Absurdo!, si el contagio no se está dando en esos establecimientos. Lo que están propiciando es el colapso de más y más empresas.
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