Imagina, por un momento, que tienes acceso a una máquina del tiempo. La pregunta es inevitable: ¿a dónde irías? ¿A impedir el auge del reguetón? ¿A susurrarle a Da Vinci que los helicópteros no son tan prácticos sin motores? Los viajes en el tiempo han sido objeto de fascinación en la ciencia ficción, pero el físico Lorenzo Gavassino acaba de demostrar algo sorprendente: podrían ser posibles. Eso sí, nada de lo que Hollywood nos ha contado parece encajar en su análisis científico.
La base de su propuesta, publicada en Classical and Quantum Gravity, es un concepto tan extraño como apasionante: las curvas cerradas de tipo tiempo (CTCs, por sus siglas en inglés). Estas curvas, que surgen en ciertos modelos del universo, permiten que el tiempo fluya de manera circular. Es decir, en lugar de ser una línea recta hacia adelante, podría doblarse sobre sí mismo y llevarnos de regreso a nuestro propio pasado.
No tan rápido, Marty McFly
Antes de que prepares el DeLorean, Gavassino advierte que estos viajes temporales no implican paseos por el pasado para corregir errores o comprar boletos de lotería ganadores. El principio de autoconsistencia, una pieza clave en su teoría, elimina las paradojas clásicas, como la famosa “paradoja del abuelo” (¿qué pasa si retrocedes y evitas tu propio nacimiento?). Según Gavassino, las leyes de la mecánica cuántica garantizan que cualquier evento en una CTC debe ocurrir de manera que no contradiga el resto de la línea temporal. En otras palabras, no puedes alterar el pasado porque simplemente no puedes.
Además, las implicaciones termodinámicas de estas curvas son profundas. La entropía, esa medida del desorden que marca la flecha del tiempo, debería regresar a su estado inicial al completar un bucle temporal. Esto significaría una inversión espontánea del tiempo tal como lo entendemos, donde lo roto se recompondría mágicamente y los recuerdos adquiridos durante el viaje desaparecerían al final. Suena más a un truco cuántico que a un episodio de Doctor Who.
Entonces, ¿dónde está la magia?
Uno de los conceptos más intrigantes del trabajo de Gavassino es el “evento de mínima entropía”, un punto dentro de una CTC donde el orden parece surgir de la nada. ¿Qué significa esto? En teoría, estructuras complejas, como un cerebro humano o un libro completo, podrían aparecer espontáneamente en este punto debido a fluctuaciones estadísticas. Sí, suena absurdo, pero es el tipo de absurdidad que la física cuántica parece disfrutar.
Además, cualquier intento de interactuar con una versión más joven de uno mismo sería, según Gavassino, casi imposible. Lo más cercano a ese escenario sería la aparición de un “clon” ilusorio, generado por las mismas fluctuaciones estadísticas que crean el evento de mínima entropía. En resumen, no podrías darte consejos sobre cómo evitar tus errores de juventud, pero tal vez podrías saludarte desde lejos.
Más allá de la ciencia ficción
El estudio de Gavassino no es solo un ejercicio académico; es un ejemplo de lo poco que entendemos sobre el tiempo y su relación con las leyes fundamentales del universo. Su trabajo desafía nuestra intuición y nos invita a pensar más allá de los límites convencionales. ¿Qué significa realmente el tiempo? ¿Es algo que podemos doblar, manipular o recorrer como si fuera un río? Y si es así, ¿qué responsabilidad moral implicaría alterar el curso de la historia?
Un desafío para el lector
La próxima vez que pienses en viajes en el tiempo, no te detengas en las imágenes de películas o novelas. Pregúntate: ¿qué implicaría realmente vivir en un universo donde el tiempo no es lineal? ¿Cómo afectarían estas leyes a nuestras ideas de causalidad, identidad y libre albedrío? Y, sobre todo, ¿estamos preparados para las consecuencias de lo que podríamos encontrar en esas curvas cerradas?
Como demuestra Gavassino, el tiempo es mucho más que un concepto filosófico o una herramienta narrativa; es una dimensión entrelazada con las reglas más profundas del cosmos. Y aunque los viajes en el tiempo no nos permitirán deshacernos del reguetón (al menos no por ahora), sí nos obligan a replantearnos qué es posible en este vasto y misterioso universo. ¿Listo para investigar más?
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