Iberia y Repsol han dado un paso más en su alianza para la reducción de emisiones en el sector aeronáutico con la puesta en marcha de los primeros vuelos de largo alcance con biocombustibles producidos en España a partir de residuos procedentes de la industria agroalimentaria, no aptos para el consumo humano. En concreto, el biojet utilizado pertenece a un lote de 2021 producido en la refinería de Petronor de Grupo Repsol, situada en Bilbao.
El vuelo regular Madrid-Bilbao IB 426 fue el primero en España en utilizar biocarburante producido en una refinería del país a partir de la valorización de residuos. Antes de llegar a las instalaciones de la refinería de Muskiz (Bizkaia), la empresa navarra Oleofat realizó el tratamiento para adaptar los residuos a los procesos de la refinería. Se integraron así herramientas de economía circular en el proceso, transformando los residuos en productos de alto valor añadido como son los combustibles de baja huella de carbono. El Airbus A320neo de la aerolínea de bandera se propulsó con un 1,84% de biocombustible en sus tanques (el resto con queroseno tradicional). La normativa vigente permite un recurso de hasta el 5%. La CE quiere que el sector de la aviación cubra el 2% de su consumo con combustibles sostenibles para 2025, que suba al 5% en 2030 y al 63% en 2050.
Este miércoles, Iberia voló entre Madrid y Washington con un Airbus A330-200 de 288 pasajeros, matrícula EC-MKI. Iberia también ha utilizado combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) en dos vuelos adicionales de largo radio entre España y Estados Unidos. La primera fue entre Madrid y San Francisco (IB6193). Esta ruta fue reabierta la semana pasada luego de una pausa de dos años debido a la pandemia. Este vuelo fue operado a bordo de un Airbus A330-202, matrícula EC-MNK, entregado por primera vez en octubre de 2016. Finalmente, el tercer servicio que Iberia empleó SAF fue el vuelo inaugural entre Madrid y Dallas. La aerolínea también operaba un Airbus A330-202, matrícula EC-MJA. Este avión de pasajeros tiene seis años y se entregó por primera vez en 2016.
Según ha afirmado la aerolínea española, Iberia y Repsol están reduciendo las emisiones de CO2 en 125 toneladas con estos tres vuelos, gracias a la mejora de la eficiencia de la aeronave, junto con el uso de biocombustibles sostenibles. Esta iniciativa se enmarca en el acuerdo de colaboración del pasado mes de julio entre Repsol e Iberia para conseguir una movilidad más sostenible y está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que impulsa Naciones Unidas para 2030.
Josu Imaz, Consejero Delegado de Repsol, afirmó: “La industria de la aviación necesita soluciones, como el uso de biocombustibles, para continuar con el proceso de descarbonización en el que nos hemos embarcado. El compromiso de Repsol e Iberia nos sitúa al frente de esta empresa. Además, consolida nuestra posición como una compañía multienergética con el objetivo de lograr cero emisiones netas para 2050, la primera compañía petrolera en comprometerse con este ambicioso objetivo”.
Javier Sánchez-Prieto, presidente ejecutivo de Iberia, dijo: “La aviación enfrenta un gran desafío que solo puede superarse tomando medidas como las de hoy, que promueven la producción de combustibles sostenibles en cantidades suficientes y a precios competitivos para que podamos seguir avanzando en la transición verde del sector de la aviación”.
En los próximos dos años, Repsol e Iberia seguirán trabajando para operar vuelos utilizando hasta un 50% de biocombustible producido en la planta de Cartagena y combustible sintético producido en la planta de Petronor Bilbao y utilizando HVO (aceite vegetal tratado con hidrógeno) para los vehículos de servicios aeroportuarios. El Airbus A330-200 de Iberia tiene un Peso Máximo al Despegue (MTOW) de 242 toneladas y utiliza un 15% menos de combustible que los aviones operados anteriormente.
Esta actividad representará la propia transición de Petronor hacia la economía verde. Repsol también ha apostado por su filial vasca para construir una fábrica de SAF en el Puerto de Bilbao, con cero emisiones netas a partir del hidrógeno obtenido a partir de fuentes de generación 100% renovables. El centro tendrá una capacidad anual de más de 2.100 toneladas que podrán impulsar automóviles, camiones y aviones. Su entrada en actividad está prevista para 2024.
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