El semanario Der Spiegel recientemente presentó a un trío de políticos clave del Ejecutivo alemán en una inusual imagen: sonrientes, fumando porros y disfrutando en un banco. Esta provocativa imagen viene precedida por la discusión sobre la legalización del cannabis para uso recreativo en Alemania, un tema que parece estar a punto de convertirse en realidad. La legalización del cannabis para uso recreativo en la primera economía europea no solo es un cambio significativo en la política de drogas, sino que también podría tener un impacto en todo el continente.
Este paso hacia la legalización del cannabis recreativo en Alemania surge como un compromiso del gobierno de coalición actual. En su acuerdo posterior a las elecciones generales de 2021, los partidos de la coalición (Partido Socialdemócrata de Alemania, Los Verdes y el partido liberal FDP) acordaron legalizar la venta controlada de cannabis a adultos para su consumo en tiendas autorizadas. La medida establece que los ciudadanos podrán adquirir un máximo de 50 gramos de cannabis al mes a través de asociaciones creadas para este fin, pero donde el consumo estará prohibido. El proyecto de ley está programado para llegar al Parlamento en septiembre, con la intención de entrar en vigor antes de 2024.
Esta iniciativa no solo tiene implicaciones sociales y de salud, sino que también se espera que tenga un impacto económico significativo en Alemania. Los expertos pronostican que la legalización del cannabis recreativo podría generar hasta 26,000 empleos en el sector. Además, se estima que el Estado alemán podría recaudar hasta 3,400 millones de euros en ingresos a través de la actividad regulada de la marihuana recreativa. Algunas estimaciones incluso elevan esta cifra a 4,700 millones de euros anuales, considerando los impuestos al cannabis legal, la comercialización de la marihuana y el valor económico generado por la nueva industria emergente.
La legalización del cannabis recreativo en Alemania podría tener un efecto dominó en toda Europa, ya que la medida podría influir en otros países de la Unión Europea a considerar políticas similares. Alemania, como una de las principales economías de la UE, podría establecer un precedente en la región. Sin embargo, también hay límites a esta legalización. Se establecerá un límite máximo del 10% de THC (principal compuesto psicoactivo del cannabis) en la marihuana legal, lo que podría llevar a los usuarios a recurrir al mercado negro para obtener productos con mayores concentraciones de THC.
El enfoque de Alemania hacia la legalización del cannabis también incluye medidas de prevención y educación. El gobierno tiene previsto invertir hasta 6,000 millones de euros en programas de prevención, campañas de comunicación y sesiones informativas sobre los riesgos asociados con el consumo de cannabis. A pesar de la propuesta de legalización, la opinión pública en Alemania está dividida, con un 45% en contra, un 40% a favor y un 15% indeciso, según un sondeo citado por Der Spiegel.
En última instancia, la legalización del cannabis recreativo en Alemania marca un hito en la evolución de las políticas de drogas en Europa y podría tener un impacto tanto social como económico en la región. La decisión de Alemania de dar este paso podría influir en la dirección de las políticas de drogas en otros países europeos en los próximos años.
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