Cuando pensamos en residuos peligrosos, lo primero que imaginamos son materiales radiactivos de centrales nucleares. Pero hay otro actor silencioso: los hospitales. Allí también se generan desechos altamente peligrosos —desde restos radiactivos usados en radioterapia hasta materiales infecciosos y farmacéuticos— que requieren tratamientos específicos para evitar riesgos a la salud y el medio ambiente.
¿Qué tipos de residuos estamos tratando?
Los residuos radiactivos pueden venir de reactores, investigación científica o el sector médico. Se clasifican por su nivel de actividad: alta, media o baja. Por ejemplo, el yodo-131 usado en tratamientos médicos sigue siendo radiactivo varios días después de ser desechado.
En hospitales también se manejan residuos biológicos infecciosos, objetos punzantes, fármacos citotóxicos o sustancias químicas tóxicas. Muchos de estos no son radiactivos, pero pueden ser igual de peligrosos si no se gestionan bien.
¿Cómo se tratan tradicionalmente?
Las formas más comunes de tratamiento incluyen la incineración, la compactación, el encapsulamiento en cemento o la vitrificación (convertirlos en vidrio). Para residuos infecciosos, se usan autoclaves, microondas y desinfección química. Pero estas técnicas suelen ser costosas, poco eficientes energéticamente y generan residuos secundarios peligrosos.
Las innovaciones que están cambiando el panorama
-
Transmutación nuclear
-
Tecnología emergente (“nuclear transmutation”) avalada en Suiza.
-
Reduce en un 80 % los residuos de larga vida útil, transformándolos en isótopos de menor riesgo, con radiactividad finita (<500 años).
-
-
Bioremediación de radionúclidos
-
Uso de bacterias, plantas y hongos (incluidos organismos modificados genéticamente como Deinococcus radiodurans) para inmovilizar o precipitar uranio, plutonio, cesio, entre otros
-
-
Vitrificación avanzada y cerámicas sintéticas (Synroc)
-
Encapsulado del HLW en vidrio o cerámica cristalina (Synroc, Synroc‑GCM) con alta capacidad de carga radioactiva y estabilidad geológica
-
-
Geomelting y vitrificación in situ
-
Técnica de fundición por plasma que convierte residuos (incluidos relaves nucleares) y suelos contaminados en material vidrioso estable.
-
-
Digitalización y trazabilidad con IoT/Digital Twin
-
Sistemas como RAWINGS con AR e IoT permiten monitorizar condiciones de contenedores radiactivos en tiempo real, minimizando errores y accidentes.
-
-
Imágenes Compton con visión artificial
-
Cámaras portátiles que permiten caracterización en tiempo real de residuos radiactivos, optimizando su clasificación y ubicación en depósitos.
-
-
Tecnologías onsite hospitalarias innovadoras
-
Micro Auto Gasification Systems (MAGS): gasificación compacta que transforma residuos hospitalarios en bio‑char y energía térmica, evitando incineración.
-
Sistemas como Sterilwave de Bertin: tratamiento con microondas y trituración in situ reduce hasta un 85 % del volumen, elimina riesgos biológicos y permite considerar el residuo como basura municipal segura .
-
Perspectiva de futuro
-
Las innovaciones están orientadas a reducir volumen radiactivo, acortar el tiempo de riesgo, y cerrar el ciclo localmente (tratamiento en sitio).
-
La transmutación nuclear y la bioremediación ofrecen soluciones transformadoras, aunque aún requieren escala y pruebas a gran escala.
-
Tecnologías digitales (IoT, AR) y de imagen avanzada mejoran la seguridad y eficiencia del actual sistema de gestión.
¿Hacia dónde vamos?
La tendencia es clara: tratar los residuos peligrosos en el mismo lugar donde se generan, reducir su volumen y riesgo, y usar tecnología avanzada para trazabilidad y seguridad. Aunque algunas soluciones aún no están disponibles a gran escala, su desarrollo promete un futuro donde estos residuos puedan ser gestionados con menor impacto ambiental y sanitario.
Add Comment