En Panamá hemos creado una cultura de ciudadanos que apelan por más y más intervención gubernamental y menos y menos empresarialismo; realidad presente en el “no a la privatización”, frase que llama a la estatización. Y… ¿qué es eso de “privatización” y “estatización”?
Quienes piden no privatizar piden más gobierno a cargo de la Cosa Nostra politiquera y menos empresas privadas. “Estatización” es más empresas gubernamentales, tales como el Metro, MiBus, IDAAN, MEDUCA, PATACÓN, IMA, ENSA y tal. El fenómeno que describo es el del “colectivismo”, que se refiere a darle más prioridad al rebaño que a la vaca y al toro; o, más importancia a quienes cierran las calles que a quienes van en sus autos al trabajo, urgencia y tal.
El inmenso peligro del colectivismo o pandillerismo se da cuando es adoptado por una repugnante clase política completamente corrupta; la cual entiende muy bien que controlando la mentalidad controlan al rebaño. Desde la misma Biblia y en los Mandamientos podemos ver el poder de control que hay en el pecado de la envidia. Es difícil no “desear la mujer del prójimo” o su dinero, auto, casa, vestido o su belleza física y mucho más. Y falso que la envidia es del pobre al rico, ya que entre los vecinos de los barrios del pueblo sobra la envidia hacia el vecino. Maldito el político que se vale del pecado de la envidia para controlar al populacho; y lo más triste es que he visto a la mayoría de presidentes que hacen eso.
En fin, los mecanismos para dominar al pueblo son muchos, tal como el Metro, ese que todos lo ven y admiran. Lástima que no tengan la capacidad de ver que no sólo no resolvió las necesidades de transporte urbano sino que no hay fondos para operarlo de manera eficiente y económica. Y, tal vez llegue el día en que no haya fondos para operarlo. O, lo operarán a costillas de que no pueden tapar los cráteres en las calles y tal.
El estatismo es tan viejo como vieja es la humanidad y de ello hablaba Platón. Y ni hablar de la filosofía comunista que pone a la persona humana por debajo de la turba humana. En el comunismo estatista no hay propiedad; todo pertenece al Estado; incluyendo a tus hijos, que son propiedad del Estado. Es el desastre del MEDUCA, que como es de todos, no tiene dueño y se convierte en objeto de las pirañas políticas, sindicales y del estado profundo.
Y… ¿qué si les digo que el gobierno de Panamá lo podríamos operar a una fracción del costo que hoy tiran a Cerro Patacón? Me consta porque nuestra empresa hizo un estudio con expertos internacionales y quedó patente. Pero los políticos que pagaron por dicho estudio, no se atrevieron a ponerlo en efecto porque se quedarían sin fondos para robar. ¡Ha!, sí, y no sólo el gobierno funcionaría mil veces mejor sino la economía se dispararía y se reduciría la cantidad de pobres. Lástima que ello sería terrible para la mafia política.
Pero ¿qué hacer con una población noducada por el MEDUCA? Una población incapaz de ver más allá de los jamones repartidos en navidad y del resto de los disque subsidios que lo único que subsidian es la pobreza y la servidumbre. Una población que se maravilla al ver pasar los trenes del Metro pero que es incapaz de ver la realidad de la deuda pública y del desgobierno que nos conduce al desastre de Venezuela o Cuba.
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