Hola 2025
Recuerdo imaginar en la década de 1980 si llegaría yo al 2000 y hoy, 31 de diciembre del 2024 contemplando el cambio al año nuevo me pregunto ¿qué pasó? Creo que fue el tiempo; pero… hoy que me dice mi hermano Irving que el tiempo es relativo o, más aún, que el tiempo no existe, hoy definitivamente no sé qué pasó. A ver si logro expresar lo que pienso y siento, este mañana sentado ante el nuevo año; pero lo hago en el medio que mejor me inspira, en prosa sentimental.
Hola 2025
¿Qué recuerdos dejo en la estela del 2024?
Ahora, dedos en teclas, los busco en el retrovisor de mi mente
Y en la opacidad de eventos derramados en decanto
No logro distinguir eventos clarividentes
Curioso que las visiones sean emotivas
Que sin emoción no hay noción
Que sin noción no hay retentiva
Y sin retentiva se pierda la creación
¿A dónde se fueron mis recuerdos?
Hoy en la antesala de los Alisios
Y en la ausencia de ventiscas colmado
Me pregunto la razón de mis olvidos.
¿Serán los años que llevo enredados?
¿Será que busco en sueños el amor pasado?
¿O será que distraído se escabullen los días?
Y dormidos los amores ya cansados
Y… frente al año como cerro que empina
Me asedian enigmas del destino
Enigmas de las rutas supinas
Y de los recovecos del camino
Pero que importa el andar
Lo que importa es el caminar
Importa el paso a paso encantar
Y a nuevos destinos inimaginables llegar
John A.Bennet Novey, especial para nuestra sección Viernes de poemas .
*La imagen que ilustra el poema fue generada con AI.. que ha determinado su propio prompt a partir de la lectura de la poesía. Impresiona por momentos, dado que son técnicamente ceros y bits combinados, pero ha captado muy bien los sentimientos de Juan Alejo: “Una ilustración reflexiva y sentimental que representa la transición del año 2024 al 2025. La escena muestra a una persona sentada en un escritorio en una habitación con poca luz, escribiendo en una máquina de escribir antigua. La vista fuera de la ventana revela un cielo nocturno sereno con estrellas y débiles rastros del amanecer que simbolizan la esperanza. El fondo incluye un calendario de estilo retro que muestra el 31 de diciembre de 2024 y el 1 de enero de 2025, con un reloj que indica la medianoche. Elementos etéreos, como débiles rastros de recuerdos, representados por hilos brillantes y translúcidos, fluyen alrededor del individuo, simbolizando la búsqueda de significado y recuerdo. El tono general es nostálgico y poético.”
Add Comment