El crecimiento de las criptomonedas ha abierto un nuevo horizonte para la inversión y la innovación financiera, pero también ha dado lugar a una preocupante tendencia delictiva: los ataques violentos contra personas con altos volúmenes de activos digitales. Estos delitos, conocidos como “wrench attacks” (literalmente, “ataques de llave inglesa”), consisten en el uso de la fuerza física o la coacción directa para obtener acceso a wallets cripto, ya sea a través de amenazas, tortura o secuestros.
Según un informe reciente publicado por Cointelegraph, tan solo en los primeros meses de 2025 se han registrado al menos seis casos documentados de ataques violentos a inversores y figuras prominentes del ecosistema cripto. La cifra alarma a la comunidad global, que hasta ahora asociaba el principal riesgo de estos activos con los ciberataques o fraudes digitales.
Casos recientes que encienden las alarmas
Entre los casos más resonantes se encuentra el del cofundador de Ledger, David Balland, y su esposa, quienes fueron secuestrados en Francia. Los captores, que buscaban obtener sus claves privadas, llegaron a mutilar a Balland para presionar a la empresa. Ambos fueron liberados gracias a una operación policial, y varios sospechosos fueron detenidos.
Otro episodio en París involucró a la hija de Pierre Noizat, fundador de Paymium, una de las plataformas de intercambio de Bitcoin más antiguas de Europa. La joven fue objeto de un intento de secuestro, lo que refuerza la idea de que los delincuentes no solo apuntan a las víctimas directas, sino también a sus familiares.
En Estados Unidos, la popular streamer Kaitlyn Siragusa, conocida como “Amouranth”, fue atacada en su residencia por delincuentes armados que intentaron acceder a sus criptoactivos. Logró defenderse utilizando un arma de fuego.
Una amenaza que trasciende fronteras
El fenómeno no es nuevo, pero ha adquirido mayor visibilidad recientemente. En 2018, el inversionista británico Danny Aston fue atado y golpeado en su domicilio, frente a su esposa embarazada, por un grupo que lo obligó a transferir Bitcoin. En 2022, un empresario noruego fue torturado durante horas para entregar sus claves privadas.
De acuerdo con Chainalysis, en su informe anual de 2023 sobre cripto-criminalidad, el volumen total de criptomonedas robadas mediante métodos no cibernéticos (incluyendo fraudes presenciales y coerción física) creció un 15% interanual, lo que representa un total estimado de $76 millones USD a nivel global. Aunque sigue siendo una porción menor comparada con los grandes hackeos, la violencia física introduce una nueva dimensión de riesgo.
¿Por qué están aumentando estos ataques violentos?
Los analistas identifican varios factores:
- Alta concentración de riqueza en pocas personas: muchas wallets individuales contienen millones de dólares en activos que pueden transferirse en segundos.
- Exposición pública: los inversores cripto activos en redes sociales se vuelven blanco fácil al mostrar su estilo de vida o compartir información sobre inversiones.
- Dificultad de rastreo: la naturaleza descentralizada y pseudoanónima de muchas blockchains impide rastrear fácilmente los fondos una vez transferidos.
Medidas de seguridad recomendadas
Expertos en ciberseguridad y firmas de custodia sugieren implementar estrategias que dificulten el acceso inmediato a los activos digitales:
- Carteras multifirma (multisig): requieren la autorización de múltiples personas o dispositivos para ejecutar una transacción.
- Dispositivos de almacenamiento en frío (cold wallets): mantienen las claves privadas desconectadas de Internet, lo que las hace inaccesibles en ataques físicos.
- Segmentación de fondos: distribuir los activos en distintas wallets, incluyendo algunas “señuelo” con pequeñas cantidades.
- Contratación de seguros especializados: productos como el “wrench attack insurance” de AnchorWatch están ganando interés en el mercado cripto institucional.
- Soluciones descentralizadas de provisión de seguridad.
Una respuesta desde el Estado
En países como Francia, donde se han reportado múltiples incidentes en pocos meses, las autoridades han comenzado a coordinar reuniones con líderes del sector cripto para definir estrategias de seguridad y asistencia legal. Sin embargo, aún existen vacíos regulatorios sobre cómo tratar este tipo de crímenes híbridos, que combinan aspectos digitales y físicos.
A futuro
El auge de los ataques violentos contra inversores de criptomonedas expone una nueva vulnerabilidad del ecosistema descentralizado. Mientras los desarrolladores de tecnología trabajan en soluciones de custodia más seguras, la educación, la prevención y la cooperación con autoridades serán clave para proteger no solo los activos, sino también la integridad física de quienes participan de este mercado. Invertir en criptomonedas implica asumir riesgos. Que no te sorprenda asumir también los que aún no aparecen contabilizados.
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