El Ejército norcoreano (Popular de Corea del Norte) enfrenta una crisis interna que revela el deterioro de sus condiciones de vida. Un reciente informe de Radio Free Asia (RFA) expuso que los soldados del ejército norcoreano han comenzado a buscar colillas de cigarrillos en las calles para poder fumar, ya que sus raciones de tabaco han sido reducidas y en muchos casos son acaparadas por los oficiales de alto rango. Esta práctica ha sido considerada una “falta de disciplina” por las autoridades militares, quienes han anunciado sanciones severas para quienes sean sorprendidos en esta actividad.
Según la investigación de RFA, esta problemática fue abordada el pasado 14 de marzo en una videoconferencia de la Oficina General de Política del Ejército. En esta reunión, se discutió sobre “la laxitud en la disciplina de los comandantes y soldados”, abordando temas como el aumento de deserciones, robos y, ahora, la recolección de colillas de cigarrillos. Como resultado, se estableció que cualquier soldado sorprendido recogiendo colillas en la calle será castigado con “trabajo revolucionario” durante al menos tres meses, lo que implica la asignación a las tareas más duras dentro del ejército.
Raciones de Cigarrillos: De la Promesa al Despojo
El ejército norcoreano tiene estipulado proveer a cada soldado con 15 paquetes de cigarrillos al mes. Sin embargo, según fuentes militares citadas por RFA, los comandantes se apropian de una parte significativa de estas raciones, dejando a los soldados con pocas o ninguna unidad para su consumo. Esta situación ha forzado a los soldados a recurrir a la recolección de colillas en las calles, una imagen que pone en jaque la propaganda estatal sobre la fortaleza y la autosuficiencia del ejército norcoreano.
El problema no solo afecta a la infantería general, sino también a unidades de élite como la guardia fronteriza, que históricamente ha estado mejor abastecida. En el pasado, estos soldados recibían 15 paquetes de cigarrillos de la marca Baekseung al mes. No obstante, desde el otoño pasado, la cantidad fue reducida a 10 paquetes, y tras la apropiación de los comandantes, los soldados solo reciben 7 paquetes en promedio.
El Impacto en Soldados Hombres y Mujeres
El informe de RFA también destaca una particularidad: no solo los soldados varones buscan colillas de cigarrillos, sino que también se ha visto a mujeres soldados recogiendo los filtros de los cigarrillos. Mientras que los hombres buscan restos de tabaco para fumar, las mujeres utilizan los filtros para obtener algodón, un recurso que luego es utilizado en la confección de ropa o mantas ceremoniales para bodas, una tradición en Corea del Norte. Muchas de estas mujeres intercambian el tabaco recolectado con sus compañeros por los filtros, y luego venden el algodón obtenido para comprar alimentos, evidenciando una crisis de abastecimiento mucho más profunda.
Una Crisis que Supera las Amenazas
El hecho de que los soldados recurran a la recolección de colillas y que incluso vendan estos restos para comprar comida deja en evidencia un problema mayor: el deterioro de la logística de abastecimiento militar y las precarias condiciones en las que viven los soldados del régimen de Kim Jong-un. Más allá de las amenazas de trabajo forzado como castigo, la realidad sugiere que las necesidades básicas de los soldados no están siendo cubiertas. La situación refleja un ejército donde la jerarquía no solo controla la disciplina, sino también los bienes esenciales para la supervivencia.
El gobierno de Corea del Norte se ha esforzado en proyectar una imagen de poder militar inquebrantable, pero hechos como estos revelan fisuras en la estructura que sostiene a uno de los ejércitos más grandes del mundo en número de efectivos. Con soldados que dependen de colillas de cigarrillos para sobrevivir, la retórica de fortaleza del régimen queda más expuesta que nunca.
Fuente: Radio Free Asia (Moon Sung Whui, 2025)
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