Pasos cortos, con cuidado, despacito y sin apuros. Este ha sido mi camino que me ha llevado al descubrimiento de una nueva pasión, pasión por capturar las impresiones de luz en un momento en el tiempo, pasión por la fotografía. Siempre he tomado fotos, sin saber tomar fotos. Creo que todo cambió el día que mi suegro me regaló su Pentax K1000, mi primera cámara análoga, quizás con más de treinta años de uso, quizás ese fue el momento que entendí lo muy lejos que estaba de aprender a tomar una buena foto.
Desde entonces mis fotos son ese intento de aprender.
Y mi escuela ha sido estos años mi lugar preferido… las calles del Casco Viejo, el origen de la primera ciudad, el origen de las primeras calles de Panamá. Tan cerca, y tan desconocido, tanto tiempo ha pasado y no es sino hasta ahora en mi vida que empiezo a conocer estas calles: un huequito aquí, una tienda allá, hoy alguien vende raspa´o, o en la tarde alguien toca el violín. El Casco Viejo es la mayor bendición para un estudiante de la fotografía y soy muy afortunado de tenerla cerca de mí.
Para mí, la cámara es un instrumento, una herramienta con un propósito. Durante mis días en la escuela del Casco he usado varias cámaras con el intento de aprender alguna lección: la luz, las sombras, los claroscuros, las emociones, la geometría, o las técnicas varias en cada composición. Algunas fotos en film, otras digitales, o bien blanco y negro, o bien colores, en fotografía de calle, en las calles del Casco el reto es constante por lo que les comparto algunos de los desafíos que logre superar.
Fotos de este articulo son propiedad de Edilberto Ruiz Miró © Todos los derechos reservados.
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