Tesla y Elon Musk han confirmado el lanzamiento tentativo de su servicio de robotaxis en Austin, Texas, a partir del próximo 22 de junio. Según Musk —vía X (antes Twitter)—, este servicio comenzará con entre 10 y 20 modelos Model Y totalmente autónomos, operando en áreas con supervisión remota y geocercas para garantizar la seguridad.
Estrategia y seguridad: “super paranoicos”
Tesla advierte que la fecha puede posponerse: “somos super paranoicos con la seguridad”, ha señalado Musk. Las unidades se circularán inicialmente en zonas “más seguras” de la ciudad, bajo monitorización remota y con limitaciones geográficas, lo que refuerza el enfoque prudente antes de una expansión mayor .
IA, FSD, y sin supervisión humana
Tesla avanzará con su sistema Full Self‑Driving (FSD) que en teoría alcanza el nivel 5 de autonomía, capaz de operar sin intervención humana. Hasta ahora, FSD ha sido criticado por errores en condiciones de baja visibilidad y situaciones complejas, lo que atrajo la atención de la NHTSA . No obstante, Musk afirma que todos los Model Y producidos actualmente están equipados para conducción autónoma sin conductor.
Escalabilidad y modelo económico
Tesla planea escalar rápidamente: arrancar con 10 unidades y expandirse hasta 1.000 en los próximos meses. El modelo económico permitirá que dueños de Tesla agreguen sus autos a la flota como Airbnb: mientras no usan su vehículo, puede estar activo como robotaxi ganando ingresos. Los primeros viajes totalmente sin conductor, desde la fábrica hasta el domicilio del cliente, están programados para el 28 de junio, coincidiendo con el cumpleaños de Musk.
Entorno regulatorio y competencia
Austin se está posicionando como polo de innovación en vehículos autónomos. Tesla ya figura oficialmente como operador AV en el sitio DMV de Texas, aunque aún bajo fase de prueba, junto a Waymo y Motional. La regulación en Texas es menos restrictiva que en otros estados, lo que favorece el despliegue inicial .
No obstante, Tesla se enfrenta a competencia estricta: Waymo ya ofrece servicios sin conductor en varias ciudades, incluso Austin, con una flota de robotaxis considerada de las más activas. Además, rivales como Baidu, WeRide y Pony AI dominan segmentos similares en China.
Riesgos y retos
La puesta en marcha llega tras años de promesas incumplidas sobre autonomía total, con Musk anunciando “alrededor de 2020” un lanzamiento que se demoró. Las investigaciones por choques involuntarios, antiguos errores de FSD y ausencia de mapas de alta precisión (Tesla apuesta solo por cámaras y radar, no lidar) representan retos técnicos y de confianza.
¿Por qué esto importa?
El lanzamiento de robotaxis en Austin es clave para el futuro de Tesla. Su valor en bolsa y su estrategia futura dependen del éxito de esta tecnología. Wedbush estima que la autonomía podría aportar más de un billón de dólares al negocio. Si falla, Tesla arriesga su credibilidad y enfrenta nuevos obstáculos regulatorios, especialmente en medio de tensiones políticas recientes. En síntesis, el 22 de junio marca el día en que Tesla podría cruzar una frontera tecnológica real: la operación de robotaxis autónomos sin conductor en calles públicas. Su éxito dependerá de la seguridad, la aceptación pública y capacidad técnica. El resto del mundo observará atentamente.
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