Desde el viernes 26 de Mayo, hemos comenzado a publicar como sección especial semanal, poemas extraídos de libros inéditos aún, del prolífico autor John Bennett, cuya pluma en este campo es realmente admirable. La combinación entre una mirada irónica y aguda de la realidad socio-política y la concatenación de las palabras producen estas pequeñas maravillas que invitamos a disfrutar. Esta semana, los deleitamos con “Noches en vela”, que pertenece a la obra: El Mundo Mío que es Tuyo, firmada por Juan Alejo, en Panamá 1998 – 2023.
Prologo
Toda mi vida he sentido la inclinación de expresar los sentimientos que despierta en mí las cosas del mundo. No ha sido una obsesión con alguna forma particular de expresión artística, sino un deseo vehemente de expresión a través de la música, la pintura y la poesía. Pero tal como somos, cada cual a su hechura, no he sabido compartir mis manifestaciones; seguramente debido a inseguridades personales.
Debo agradecer profundamente a ciertas personas que me han dado el ánimo para publicar estas mis obras, pues no es sino a través de la apreciación de los demás que vemos la valía de lo nuestro. Obras que, en lo personal atesoramos, pero que nos aterra dejarlas libres, como quien teme la salida de un hijo en la tenebrosa marejada de la vida. Sin embargo reconozco que esa es la finalidad de nuestra existencia; es decir, la de prepararnos y preparar a nuestros hijos para que salgan al mundo. Y sí, mis obras son como mis hijos: sentimientos profundos que emanan de la interacción con la misma Creación.
Quiero dar las gracias a personas como mi hermano Tito, que hace mucho me viene empujando. A Albalira Franco de Linares que me invitó a participar en una obra de poesía leída del poeta José Franco. Y a don José Franco por haberme dado el ánimo de no seguir guardando en láminas de papel, escondidas en desvanes cibernéticos, en paredes de aposentos solitarios, y ante audiencias remotas, estas obras mías que ahora son tuyas.
Noches en vela
Normalmente duermo bien, pero en ocasiones y sin tener la mínima noción de razón, mi sueño se espanta y quedó envuelto en la oscuridad con mis pensamientos revoloteando como mariposas dentro de un frasco vítreo. En realidad es algo que disfruto, porque es tiempo de meditación trascendental, ya que por alguna razón que no comprendo, la mente se torna más aguda; pero eso sí, es bueno apuntar las ideas, porque estas se espantan al salir el sol. En todo caso, este es un recuento de una de esas noches de insomnio.
El desvelo
En esta noche vigilia
De agudo canto vespertino
Peregrinos son mis anhelos
Revoleando entre oscuros aposentos
Y… aun sin comprender
La razón de tanto afán
Me lanzo a recorrer
Laberintos del desván
En esta oscura velada
Sin pena de amores dolidos
Abandono la mullida almohada
Y recorro las teclas dormidas
Me sorprende luz alborada
Bordada de cantos alados
Y apresuro la locuaz jornada
Temeroso del sol ser desterrado
Y aunque es fácil terminar
Una prosa natural
Aun vacilo en agotar
Mi copla nocturnal
Desafío el luminar
Que abate mi inspiración
Que es temprano para desayunar
Y tarde para el Alción
El café ha de esperar
Y el resto de este clan
Que solo no vale desayunar
Y aún no ha llegado el pan
Y menos mal
Que no es usual
Es sólo un desvelo anual
Y no algo preternatural
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