Zcash nació en 2016 como una bifurcación del código de Bitcoin, modificada para incorporar mecanismos criptográficos avanzados orientados a la privacidad.
La innovación central de Zcash radica en su sistema de “transacciones blindadas” (“shielded transactions”) basadas en pruebas de conocimiento cero, concretamente usando una técnica llamada zk-SNARK (Zero-Knowledge Succinct Non-Interactive Argument of Knowledge). Esto permite validar transacciones —es decir, comprobar que son legítimas y no fraudulentas— sin revelar públicamente quién envía, quién recibe, ni cuánto se envía.
Así, Zcash permite dos tipos de direcciones/transacciones:
- “Transparentes” (t-addresses), equivalentes a las direcciones tradicionales como las de Bitcoin, donde la información de transacción (origen, destino, monto) es pública.
- “Blindadas” (z-addresses o shielded), donde gracias a zk-SNARK la información se oculta.
Además, la red de Zcash emplea un mecanismo de consenso de Prueba de Trabajo (PoW), similar al de Bitcoin, y tiene un suministro máximo fijado en 21 millones de monedas.
En versiones recientes, con actualizaciones del protocolo (por ejemplo, introducción del pool “shielded” Orchard), se ha buscado mejorar la usabilidad de las transacciones privadas, haciendo más amigable y eficiente su uso.
No obstante, aunque técnicamente Zcash permite anonimato fuerte, su nivel real de privacidad depende de cuánta parte de la red usa las transacciones blindadas: si el volumen blindado es bajo, el anonimato global puede verse comprometido por “efecto de aislamiento”.
Comparación con Monero y Bitcoin: enfoques distintos de privacidad
Para entender dónde se ubica Zcash en el espectro de las criptomonedas, conviene ver qué ofrecen Monero y Bitcoin:
- Bitcoin (BTC): es la criptomoneda original, con blockchain pública y totalmente transparente. Cada transacción, su origen, destino y monto quedan visibles para cualquiera que examine la cadena. No ofrece anonimato ni mecanismos de privacidad integrados. Esto tiene ventajas de auditabilidad y transparencia, pero es problemático para quien busca privacidad financiera.
- Monero (XMR): a diferencia de Bitcoin, Monero fue diseñado desde un principio para la privacidad por defecto y obligatoria. Es decir: todas las transacciones en Monero están “ofuscadas”: el emisor se mezcla con un grupo de otras posibles fuentes mediante firmas de anillo (ring signatures), el receptor recibe mediante una dirección furtiva (stealth address), y el monto también se oculta mediante tecnología de transacciones confidenciales (RingCT).
Gracias a esto, en Monero no hay distinción entre transacciones “públicas” o “privadas”: todas son privadas, lo que garantiza un anonimato sistemático y uniforme. - Zcash (ZEC): adopta un enfoque más flexible, u “opt-in”: los usuarios pueden elegir entre transacciones transparentes o blindadas.
Esta flexibilidad puede facilitar el cumplimiento regulatorio, o la interoperabilidad —por ejemplo, cuando se requiere transparencia en ciertos contextos—.
Sin embargo, esa misma flexibilidad atenúa el anonimato global: si pocas personas usan las transacciones blindadas, la “población de escondite” (el anonimity set) es pequeño, lo que reduce la protección.
En síntesis: Bitcoin prioriza transparencia, Monero prioriza privacidad absoluta desde el diseño, y Zcash busca un equilibrio, ofreciendo privacidad cuando el usuario lo elige, con las ventajas y compensaciones que ello implica.
El “boom” de noviembre 2025: ¿por qué Zcash repuntó?
Según un reciente artículo de Cointelegraph, Zcash pasó en pocas semanas de ser “un token de perfil bajo” a convertirse en el activo más buscado en la plataforma Coinbase en noviembre de 2025.
Algunos datos clave del repunte:
- ZEC multiplicó —más de 10 veces— su valor en pocas semanas, lo que llevó momentáneamente su capitalización de mercado por encima de los 10 mil millones de dólares.
- A mitad de noviembre, en Coinbase ZEC acumulaba unas 52.000 búsquedas, superando a monedas emblemáticas como Bitcoin y XRP.
- Entre los factores que impulsaron este repunte, se destacan:
- El halving de Zcash realizado en noviembre de 2024, que redujo la emisión diaria de nuevas monedas a la mitad. Esto reforzó la narrativa de ZEC como “dinero sano” con suministro limitado.
- Un considerable aumento del uso de direcciones blindadas: según cifras recientes, el volumen de ZEC en pools blindados pasó de ~1.7 millones a unos 4.5 millones en el último año, con más de 1 millón de monedas trasladadas al pool blindado en apenas tres semanas.
- La activación del nuevo modelo de gobernanza y financiamiento bajo la versión NU6.1 upgrade, que permite a los holders decidir cómo se usan fondos comunitarios, algo que mejoró la percepción de Zcash como proyecto maduro y sostenible.
- El contexto general: una “revival” del interés por la privacidad en criptos, en un entorno de regulación más dura sobre flujos financieros y criptomonedas, lo que favorece monedas con opciones de privacidad robustas.
Este conjunto de factores generó una narrativa convincente: Zcash pudo reposicionarse como una “moneda de privacidad responsable”, sin abandonar su flexibilidad, y atraer nuevamente la atención de inversores y usuarios.
Algunos analistas ven este repunte como un “blow-off top” (una subida especulativa explosiva y efímera), mientras otros lo interpretan como un repricing estructural, basado en mejoras reales: mayor adopción de transacciones blindadas, recorte de emisión, gobernanza comunitaria.
Por qué este ascenso de Zcash importa — y qué observar
El resurgimiento de Zcash sugiere que el mercado de criptomonedas podría estar entrando en una nueva fase en la que la privacidad financiera vuelve a ser valorada —no sólo por unos pocos idealistas, sino por un segmento más amplio que busca soberanía, privacidad y resistencia a la vigilancia.
Si las mejoras en usabilidad (carteras más amigables), gobernanza comunitaria, y la narrativa de “moneda saludable y privada” se consolidan, Zcash podría ganar un lugar relevante entre criptomonedas de gran escala.
Pero hay riesgos: la privacidad real depende del uso masivo de transacciones blindadas. Si la mayoría de los usuarios siguen usando direcciones transparentes, la promesa de anonimato pierde fuerza. Además, regulaciones más estrictas podrían complicar la adopción en ciertos mercados.














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