Occidente, sobre todo Europa, que va camino a convertirse en Eurabia, tiene un problema islámico, sobre todo los grandes números de inmigrantes no integrados. Pero Rusia y China también tienen problemas islámicos. Estos problemas son de origen diferente, no se deben tanto a la inmigración sino a la expansión imperial de estos países en el pasado. En la época de los zares, el Imperio Ruso y China se expandieron para conquistar tierras pobladas sobre todo por habitantes de lenguas túrquicas y religión musulmana. El resultado es que la Unión Soviética y China tuvieron poblaciones musulmanas que fueron forzadas a secularizarse a la fuerza durante el ateísmo oficial comunista.
El colapso ideológico aunque no político de la ideología comunista y el renacimiento islamista plantearon serios problemas. Estos condujeron a la Unión Soviética a la guerra de Afganistán y tras su colapso a la creación de repúblicas independientes de las repúblicas soviéticas de idioma túrquico y mayoría musulmana. Pero no todas. Todavía quedan bastiones étnicos de religión musulmana en medio de un mar ruso cristiano o secular en la República Federativa Rusa. Esto ha causado conflictos como el de Chechenia por ejemplo.
China tiene su propio problema islámico: la provincia de Xinjang. La provincia de Xinjang queda en el noroeste de China, en las fronteras con el problemático Tíbet bajo control chino; y las recientemente independientes repúblicas del Asia Central, de mayoría musulmana y Mongolia. Está formada por una variedad de etnias túrquicas, mongolas, rusas y chinas han. Los Uygures y los Chinos Han son las etnias más fuertes, y el Uygur y el Mandarín son los idiomas oficiales. Tiene más o menos 23 millones de personas. El 58% son musulmanes. China siempre ha tenido miedo de movimientos separatistas. En el 2009 hubo amotinamientos por motivos etnorreligiosos entre Uygures y Chinos étnicos. China tiene miedo de que el terrorismo islamista se expanda a la región.
Un síntoma de este miedo Chino es que se ha ordenado que los habitantes entreguen sus aparatos digitales a la policía antes del primero de Agosto. Todas sus tarjetas de identificación digitales, todos sus teléfonos celulares, todas sus computadoras, todos sus disco duro externos, notebooks, tablets, USBs y tarjetas digitales deben ser llevadas a la policía para registrarlas y escanearlas. El que no cumpla será sancionado de acuerdo con las draconianas leyes chinas. Esta orden se extiende a todos los nacidos en Xinjang que vivan en otras regiones de China y países extranjeros que regresen a visitar la provincia.
Las autoridades chinas han anunciado que se instalará un software especial para abrir todo lo que esté archivado digitalmente. Esta medida severísima sigue a la orden de poner GPS en todos los vehículos de la provincia para poder saber dónde están en todo momento.
En Diciembre del 2015 China pasó una dura ley antiterrorista, prohibiendo la diseminación de información relacionada con el terrorismo. Muchos opinan que el gobierno Chino ha exagerado el peligro del terrorismo islámico y de hecho su política represiva contra los Uygures ha acelerado la violencia. En lugar de examinar a los problemas que hacen que estos se sientan desafectados, prefieren tomar el camino de convertir en terrorismo cualquier crítica al trato que reciben del gobierno chino. La significación o asimilación forzada de Uygures y Kasajos a la etnia China Han es la que está provocando que estos al defender su cultura, idioma y religión se radicalicen.
El tiro les puede salir por la culata. Mientras en mundo se fija en la China de mayoría Han que habla mandarín o cantonés, se olvida del temas como el de Xinjang o el Tíbet. Lugares vitales, sobre todo Xinyang, para revitalizar la antigua Ruta de la Seda.
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