Si te interesa estudiar más y mejor estos temas está el libro “Inflation and the Family” -inflación y la familia; obra que llena un vacío vital en la economía que nos viene como alud, impactando lo que dice su título… a la familia.
De por medio y tal como señala el autor, Degner, está la ética de la producción monetaria; a lo cual yo añadiría, la ética del uso del dinero ajeno por parte de los gobiernos y sus políticos; lo cual no está mal, siempre que no se desboquen y menos que sea para el pillaje. Como ya he dicho en otros escritos, todo esto lleva a la destrucción de la familia y ¡vaya si eso no está ocurriendo hoy día!
Por otro lado, ya todo indica que la moneda “fiat” o de fiar o confianza, en que se convirtió el dólar luego de abandonar el estándar de oro, ya llega a su fin. ¿Confía usted en el dólar? Si respondes que sí, te aconsejo que le metas algo de estudio a estas cosas y a lo que es y no es o debe ser un gobierno. Precisamente, hoy escuché a una genial economista decir que: se conocen los gobiernos socialistas marxistas cuando estos se meten a ser actores en el mercado.
A riesgo de ser cansón, repito que…
los árbitros de un partido de futbol no deben patear el balón; y los gobiernos no deben vender educación, agua, electricidad, comida, etc., ya que esas son actividades propias del mercado.
El tema gira en torno a la cultura y particularmente al matrimonio y los hijos; mientras que el gran interés de las tendencias socialistas y del comunismo esta en controlar a través de la misma familia. Pero no sólo los socialistas, ya que los supuestos gobiernos capitalistas de Panamá también han estado en lo mismo; aunque con propósitos y razones más rastreras. Detrás del control no hay nada bueno; ya que la riqueza no la encontraremos en dictaduras sino en la libertad.
El problema no sólo se encuentra en las políticas de la emisión monetaria sino en el uso de esos billetes que llamamos “dinero”; lo cual es curioso, ya que el dinero, los billetes, no tienen más valor en sí que el papel de servicio y, cuidado que el de servicio tiene más valor real, ya que limpia caca y los dólares sólo la riega dejándonos con un trasero embarrado.
Otro terrible aspecto del dinero papel es que luego de salir de la imprenta sirven primero a los cocotudos que lo reciben, cuando aún guardan su valor. Luego, cuando la gente ve que hay exceso de papelitos verdes devaluados, los mismos pierden valor y son los que le llegan a Tío Pueblo; lo cual es asqueroso engaño.
Lo que señalo anteriormente nos dice que se trata de aprovecharse no sólo de la ignorancia de la población, sino que impacta en la destrucción de la misma familia que es la base de la sociedad. Pero lo más importante y trascendental es que poco o nada de esta realidad se aborda en los medios, acerca de la relación entre las políticas gubernamental, la economía y la familia; que, como ya dije, la estamos destruyendo. Por algo hoy día las mujeres jóvenes poco se casan y van dilatando tener hijos; lo cual altera por completo la constitución social para el mal.
El reto que aún queda por delante es el de despertar ante estas realidades de cómo las malas políticas de inflación y mal uso de los fondos públicos termina alterando la formación de la familia, así como la misma fertilidad y el divorcio. Las respuestas ya asoman en los notorios y preocupantes cambios y comportamientos en la sociedad de la familia; particularmente en las de menos recursos que son más afectadas y alteradas. Uno de los fenómenos observados se da en el aumento del endeudamiento. Y ni hablar la enfermiza dependencia al estado regalón que premia a los serviles y castiga a los que aman la libertad.
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