La aviación actualmente representa alrededor del 2.5% de las emisiones globales de carbono y la industria se ha comprometido a reducir a la mitad su huella a nivel de 2005 para 2050 a través de un programa de compensación. Por lo tanto, las empresas de ingeniería están desarrollando una variedad de invenciones ecológicas, como motores híbridos, vehículos de movilidad urbana y sistemas de vuelo autónomos para el futuro de nuestra movilidad.
No solo las consideraciones ambientales impulsan la investigación: se estima que las ventas de motores híbridos valdrán $178 mil millones para 2040, mientras que el mercado de despegue y aterrizaje vertical eléctrico (eVTOL) será un negocio de $285 mil millones para 2030. Por ello, se está trabajando actualmente en más de 100 diseños de taxis aéreos eléctricos para distancias cortas en ciudades, incluidos el Airbus Vahana, el Volocopter alemán y el proyecto Uber’s Elevate.
Por ahora, un nuevo diseño tiene como objetivo elevarse por encima de los demás vehiculos con el uso de celdas de combustible de hidrógeno en lugar de baterías para alimentar vuelos más largos que puedan cargar más peso. Alaka’i Technologies, con sede en Hopkinton, Massachusetts, afirmó que las celdas de combustible de hidrógeno le darán a su taxi aéreo ‘Skai’ de seis rotores un mayor alcance y potencia de elevación que los competidores que usan baterías, lo que podría abrir nuevas oportunidades para volar personas y otras cargas.
La compañía presentó recientemente una maqueta del taxi aéreo Skai en Los Ángeles y dice que pronto comenzará las pruebas en un prototipo volador. El nuevo vehículo podría estar en producción en los Estados Unidos para 2021, aunque necesitará la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA).
El presidente de Alaka’i, Brian Morrison, afirmó que el Skai podrá ‘hacer volar’ 5 personas o 1,000 libras de carga hasta 400 millas, entre 2 y 4 horas de vuelo, dependiendo del tamaño del tanque de combustible. La mayoría de los diseños de taxis aéreos que funcionan con baterías solo tienen la potencia suficiente para transportar a 2 pasajeros durante unos 15 minutos antes de tener que recargarlos. “Este diseño se ha desarrollado para que podamos transportar dos veces y media la carga útil, y transportarla durante ocho veces más”, dijo Morrison.
El mayor alcance y poder significa que Skai podría volar entre ciudades cercanas, en lugar de solo en viajes cortos dentro de una ciudad, y podría realizar trabajos de ambulancia aérea, entregas de carga o tareas de socorro en casos de desastre, dijo. Inicialmente, Skai necesitará un piloto de helicóptero calificado para volar pasajeros, pero la compañía está trabajando con la FAA para permitir vuelos de pasajeros autónomos sin piloto, afirmó Morrison.
Las celdas de combustible utilizan reacciones químicas entre el hidrógeno almacenado y el oxígeno del aire para crear electricidad y agua pura. Y debido a que el hidrógeno también puede fabricarse limpiamente a partir de la electricidad y el agua, las celdas de combustible de hidrógeno pueden ser una alternativa efectiva a las baterías para almacenar electricidad.
Las baterías son actualmente preferidas para los automóviles eléctricos, pero las celdas de combustible de hidrógeno se utilizan cada vez más para vehículos eléctricos grandes como camiones, autobuses y trenes, donde la electricidad del combustible de hidrógeno puede ser más económica que las baterías. Para los vehículos más pequeños, las baterías pueden ser una opción más barata, pero las celdas de combustible de hidrógeno pueden hacerse más pequeñas y livianas que las baterías existentes, lo que es fundamental para mantener bajo el peso de los vehículos eléctricos.
Las celdas de combustible de hidrógeno podrían proporcionar una mayor potencia de vuelo que las baterías por sí solas, pero aún no son tan potentes como los motores de aviones que funcionan con combustibles fósiles. También habría que tener en cuenta que el combustible de hidrógeno inflamable necesitaría un manejo cuidadoso en los aviones para garantizar que no explote.
Tomará probablemente más de 2 años obtener la aprobación de la FAA para Skai, mientras que las regulaciones para permitir vuelos sin piloto podrían tomar algo más de 5 años. La tecnología para un vuelo totalmente autónomo existe en este momento, pero hacerlo al nivel de seguridad que el público espera probablemente tardaría entre 5 o 10 años más, pero el transporte del futuro está más cerca de lo que pensamos.
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