Como sabemos, Corea del Sur se está convirtiendo una fuerza importante en tecnología. Sus principales conglomerados coreanos de propiedad familiar o “Chaebols”: Samsung y LG, ya se han establecido como marcas globales en tecnología y electrónica de consumo desafiando incluso a empresas como Apple y GE.
A principios de este año, Corea del Sur reveló planes de invertir $2 mil millones en inteligencia artificial para lidiar con otros líderes en este campo, como Estados Unidos y China, además de invertir en un importante mercado de criptomonedas. Sus dos principales intercambios de cifrado, Upbit y Bithumb, se encuentran entre los 25 principales intercambios del mundo y se combinan para un volumen diario de negociación de más de $200 millones. Corea del Sur también ha mirado más allá y está buscando otras aplicaciones para la tecnología blockchain: el país ha reestructurado su posición con respecto a las actividades criptográficas para convertirse en una fuerza importante para blockchain.
Muchos pensaron inicialmente que Corea del Sur sería poco amigable con la criptografía después de que prohibió las ofertas de monedas iniciales locales (ICO) el año pasado alegando que era una medida para impedir que se originaran estafas en el país y proteger a sus ciudadanos de las prácticas corruptas, y emitió regulaciones que frenaron el comercio de criptomonedas, además de que prohibía a sus ciudadanos el uso anónimo de criptomonedas, incluyendo a los funcionarios del gobierno. Esta prohibición obstaculizó el desarrollo de la cadena de bloques en el país, especialmente en el sector privado, y permitió que países vecinos como Singapur y Hong Kong fueran los refugios de la región para las ICO y startups de blockchain.
Pero finalmente, la prohibición general se levantó y bitcoin ahora goza de estatus legal como método de envío de remesas. Además, se esperan nuevas políticas que rijan las tecnologías blockchain, incluidas las aplicaciones descentralizadas (dapps) y las plataformas. Los intercambios también se establecerán para reclasificarse como instituciones financieras y se regularán como tales. Si se mira a Bitcoin solo, los surcoreanos son responsables del 14% de ese mercado.
Su capital, Seúl, acogió recientemente la Korea Blockchain Week, y volverá a organizar otro gran evento de blockchain en septiembre. La participación de personalidades como el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, el ex director de la CIA, Michael Hayden o el ex director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, resaltan el interés de los gigantes tecnológicos establecidos y las instituciones tradicionales en tecnología.
Según palabras de Jea Edman, Presidenta del comité organizador de Block Seoul: “La región ya está en medio de un éxito de construcción de blockchain. Localmente, casi la mitad de la fuerza de trabajo ya está invirtiendo en blockchain y más del 20% de todas las operaciones de cifrado en el mundo están ocurriendo en Corea del Sur. No es accidental que hayamos elegido Seúl. Queríamos estar en el centro de la innovación actual y el pensamiento futuro”.
Para respaldar este desarrollo, el principal organismo regulador financiero de Corea del Sur, la Comisión de Servicios Financieros, anunció una importante reestructuración para crear una nueva oficina denominada Oficina de Innovación Financiera, la cual se dedicará a proporcionar una administración responsable de las tecnologías financieras emergentes, incluidas las cadenas de bloques y las criptomonedas.
El gobierno planea estimular aún más el crecimiento de la cadena de bloques. Recientemente, el país destinó más de $880 millones para el sector tecnológico. El Ministerio de Finanzas también reveló que destinará entre 8 y 9 mil millones de dólares más en los próximos 5 años para financiar este crecimiento a través de la innovación. Su Ministerio de Ciencia y TIC anunció además que invertirá $9 millones para poner en marcha proyectos piloto de blockchain en el sector público. Los proyectos incluyen el uso de la tecnología para votación en línea, despacho de aduana, gestión de la cadena de suministro, logística, bienes raíces y distribución transfronteriza de documentos electrónicos.
El sector privado de Corea también está aumentando su participación: las startups están explorando aplicaciones más allá de los casos de uso establecidos de blockchain.
La obsesión del país con la tecnología debería servirle en su búsqueda del dominio de las cadenas de bloques. Mientras que otros países aún luchan por comprender los beneficios de la transformación digital, Corea del Sur ha digitalizado constantemente varios aspectos de su vida. Se espera que el apoyo del gobierno sea clave en este esfuerzo.
El futuro de las actividades de blockchain y crypto en Corea del Sur parece brillante. Con un gobierno que adopta la tecnología y tiene la intención de asumir un rol de liderazgo en la región, el país será instrumento clave para finalmente convertir a blockchain en una tendencia dominante.
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