“Índice de libertad económica local (LEFI) 2021. Ciudades europeas”, acaba de ser presentado por la Fundación para el Avance de la Libertad en Madrid. Por qué son importantes para Panamá también.
La comparación de la libertad económica es una herramienta eficaz en el debate social y político. La Fundación para el Avance de la Libertad, con sede en Madrid, ha desarrollado varios estudios nacionales e internacionales que comparan y clasifican la cantidad de libertad en la economía y otras áreas. Uno de ellos, el Índice de Libertad Económica de las Ciudades de España, que se publica anualmente desde 2018.
El Índice de Libertad Económica Local (LEFI) es un paso adelante hacia la internacionalización de este tipo de investigación comparada. Su objetivo es evaluar la libertad económica en las comunidades o municipalidades a través de las fronteras, respondiendo así al desafío que plantea la diversidad de funciones y poderes de las autoridades municipales en diferentes países. Este primer LEFI se ha aplicado a un conjunto de treinta grandes ciudades de la Unión Europea, EFTA y Reino Unido, a través de datos proporcionados por fuentes oficiales. LEFI proyecta así un cuadro fijo de la situación de la libertad económica a nivel local en el continente europeo. Si bien la libertad económica todavía depende en gran medida de la formulación de políticas nacionales, las decisiones municipales tienen un impacto cada vez mayor en un mundo que se está volviendo mucho más urbano a un ritmo muy rápido. Cuanta más libertad económica disfruta una ciudad, más prosperidad, empleos y oportunidades generará para sus residentes. Para el caso, por ejemplo, Madrid vs el resto de comunas españolas, ha gozado de mayores libertades durante la pandemia, lo que le ha permitido salir rápidamente de la crisis económica y especialmente la laboral.
La libertad económica opera como un atractivo de la actividad empresarial, generando así puestos de trabajo y oportunidades para todos los habitantes de una ciudad. Dependiendo del marco legislativo particular de cada país, las autoridades municipales tienen varios niveles de poder de decisión sobre asuntos que afectan su libertad económica local.
Los investigadores recomiendan a todos los gobiernos municipales que consideren cómo utilizar su poder de toma de decisiones existente a favor de una economía local más libre, e impulsar una mayor autonomía local de las autoridades regionales o nacionales, de modo que la ciudad pueda desarrollar su propia estrategia para ser más competitiva y atractiva.
Además, dan especialmente tres tipos de recomendaciones para la libertad económica local, que, de adoptarse, sin duda mejorarían el desempeño de la ciudad no sólo en este particular índice, sino en otros similares: Reducir el gasto y la deuda locales; la austeridad municipal y las cuentas saludables generan prosperidad para todos.
Es particularmente importante:
- Pagar la mayor cantidad posible de la deuda existente, con el objetivo de que la deuda sea cero después de no más del período ordinario en el cargo de un ayuntamiento. Establecer mecanismos de contención de la deuda es una política inteligente para perseguir este fin.
- Reducir sustancialmente el gasto local, particularmente conteniendo o, si es posible, reduciendo la planilla municipal. La subcontratación de servicios, especialmente los de mayor costo, es otra política eficiente. En muchas ciudades, un área de costo particularmente alto es la policía local.
- Reducir o, idealmente, eliminar todos los subsidios de la ciudad y cualquier servicio que también sea proporcionado por un nivel de administración diferente (por ejemplo, regiones).
- Reducir la carga fiscal local sobre los residentes de la ciudad. Menos impuestos significa más dinero en la economía real y en los bolsillos de los residentes.
Es necesario:
- Reducir los impuestos que recauda directamente la ciudad.
- Elegir el pago ciudadano por los servicios en lugar de los “servicios gratuitos” pagados con impuestos.
- Reducir la cantidad de sanciones (por ejemplo, multas de estacionamiento).
- Impulsar que una mayor parte de los impuestos nacionales / regionales se delegue en las ciudades, con poder suficiente para decidir cuánto recaudar y, por lo tanto, competir mediante la reducción de impuestos.
- Mejorar los servicios evitando el intervencionismo.
- Los servicios altamente profesionales solo son posibles a través de la provisión del sector privado.
Y por último sugieren:
- Subcontratar los principales servicios e introducir elementos de competencia efectiva en su prestación.
- Cierre o venta de empresas de la ciudad.
- Evitar la concesión de licencias, la sobrerregulación local de las empresas y cualquier barrera a la economía colaborativa.
- Evitar cualquier intervención en el mercado de alquiler residencial.
Con todos estos parámetros en mente, posiblemente, cuando se realice el próximo índice más global, las ciudades que aparezcan mejores rankeadas, serán las que atraerán mayores inversiones. Panamá no es un estado federal, pero frente a una posible reforma constitucional, sería importante tener en cuenta discutir públicamente la posibilidad de dejar mayor autonomía a sus ciudades. Y es importante aclarar que autonomía no es lo mismo que descentralización.
En un mundo competitivo, globalizado y con barreras bajas de entrada, estar a la vanguardia en políticas públicas livianas y flexibles, marcará la diferencia entre pertenecer al mundo desarrollado o continuar perpetuando la pobreza.
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