Desde el 2010 el Fondo Monetario Internacional, un castillo de economistas neoclásicos y neo keynesianos que no logran dar un mensaje coherente, ha estado presionando amablemente a Panamá para que se cree un fondo de liquidez. La excusa dada por el señor Fernando Delgado, representante del FMI para Panamá, es que los países sin moneda propia deben disponer de un fondo de liquidez, ya que en caso de una crisis de liquidez, no existe un Banco Central que sirva de prestamista de último recurso, y el gobierno de Panamá no puede respaldar a los bancos con sus propios fondos, porque éstos están limitados por el presupuesto[i].
Frank de Lima, entonces viceministro aplaudió esta propuesta, pero otras personas veían con razón que un fondo estatal de liquidez permite que los bancos flexibilicen los préstamos, porque ahora saben que tienen una red de seguridad que antes no existía en caso de que los préstamos se compliquen. Ahora los bancos podrán cargarle sus malos negocios y sus activos tóxicos al estado, lo cual hace que las ganancias sigan siendo privadas, pero las pérdidas y malos negocios de los bancos sean ahora públicas. ¿Qué puede salir mal? Bueno, pregúntenle a los Europeos y Norteamericanos, que salvo Islandia, eligieron hacer un rescate financiero de los malos negocios de miles de bancos, con el resultado de que la gran recesión lleva en muchos países casi una década, y se gastaron miles de millones de recursos de los contribuyentes en rescates de bancos que hicieron malos negocios; es más, negocios fraudulentos, mientras que los ciudadanos de a pie, que le deben dinero a los bancos son lanzados de sus viviendas por no pago, los banqueros que hicieron sus préstamos irresponsables o fraudulentos, sabiendo que no los iban a pagar, siguen en sus puestos y no han visto el interior de un juzgado. La pregunta que nadie hizo al FMI es por qué el gobierno tiene el deber de rescatar a los bancos en problemas en lugar de dejarlos quebrar y punto.
El gobierno aceptó la propuesta del FMI y se lanzó con los banqueros a crear un fondo de liquidez. En el 2013 se lanzan los primeros anuncios del fondo de liquidez[ii] .Aunque se anunció que el fondo no cubriría casos de insolvencia o malos manejos. Sin embargo, terminó el gobierno de Ricardo Martinelli y el Fondo de Liquidez no se hizo efectivo.
En el 2016 el FMI vuelve a la carga. Valerie Cerra, su representante regional, vuelve a insistir en el Fondo de Liquidez[iii]. El Superintendente de Bancos de Panamá, Ricardo Fernández y el presidente del Capital Bank, Moisés Cohen, anunciaron estar de acuerdo, pero mientras para Fernández el fondo debería hacerse con aporte de las partes, que incluyen los bancos y el FMI, Cohen más bien parece querer que el mecanismo se implemente de la manera más rápida posible, dice al ser preguntado por la Estrella y esto parece inferir un fondo con dineros públicos.[iv]
El trabajo siguió, aunque la idea de Cohen de tener en fondo de liquidez listo ya en el 2016 no se materializó, el gobierno, en junio del 2017 acaba de anunciar que tiene listo el mecanismo de un Fondo de Liquidez [v]. El Superintendente Fernández, anunció que las intervenciones del Balboa Bank y del Banco Universal hacían clara la necesidad de un fondo de liquidez, porque éste daría al regulador más opciones durante una reorganización o liquidación de un banco.
Según Fernández, se trata de una solución para hacerle frente a una situación de pérdida de una corresponsalía bancaria o en un contexto de crisis económica o situación coyuntural negativa, en el que un banco necesita liquidez temporalmente para tratar de buscar una solución simple con un fondeo básico. La idea sería darle acceso a un fondo de liquidez mínimo que le permita por un tiempo corto encontrar una solución y seguir en marcha.
Sin embargo y he aquí el peligro, este sería un fondo , en principio, de liquidez, no de solvencia, pero Fernández aclaró que también se estaría trabajando hacia un fondo mayor, de riesgo sistémico, pero para más adelante . Esto que muchos ven como una promesa, en realidad es una amenaza.
A mediados de agosto del 2017, la Superintendencia de Bancos anuncia que el diseño ya está listo. Parece que la postura de que el Fondo funcione con dineros públicos, socializando las pérdidas de los Bancos ganó, ya que el Banco Nacional sería el que aportaría el fondo de liquidez, aunque se deja la puerta abierta para la participación de otros bancos, algo que dudamos que ocurra. Una vez esté el estado aportando al fondo de liquidez no va a haber incentivos para que los bancos privados arriesguen fondos propios para crear un fondo de liquidez privados. ¿Por qué tendrían que hacerlo, cuando pueden socializar sus riesgos con fondos públicos?
El Banco Nacional está claro en que se socializa en el riesgo. Los bancos privados usan activos para acceder a la facilidad del crédito, y si el banco repaga, se regresa el activo. Por supuesto, si el banco no paga, el activo pasa al Banco Nacional. Esto crea incentivos para que los bancos privados puedan descargar sus activos tóxicos en el Estado Panameño. ¿Qué banco privado querría participar en un fondo de liquidez como prestamista después de esto? Mejor que los activos tóxicos terminen en manos del Estado, verdad? Y conociendo la probada incorruptibilidad de los funcionarios de los bancos estatales, tantas veces demostrada durante el gobierno militar o durante la administración de Ricardo Martinelli, estamos seguros que estos funcionarios van a hacer lo posible para impedir que los bancos privados terminen descargando activos tóxicos en el Banco Nacional, ¿o nos equivocamos?
Lo peor de todo es que se pretende ir más allá en el futuro, hacia un fondo de insolvencia, lo cual sería el fin de la banca responsable en Panamá. Si un fondo de liquidez, sobre todo si fuera privado, sería aceptable, un fondo de insolvencia sería un estímulo a que los bancos sean mucho más arriesgados prestando dinero. Lejos de evitar el riesgo sistémico, lo fomenta. Cuando un equilibrista sabe que tiene una red de seguridad debajo de él, tiende a ser más arriesgado que cuando no la tiene. Haría ciertos trucos que no se atrevería a hacer de no tenerla.
Cuando un grupo de bancos tienen un fondo de insolvencia debajo de ellos, tienden a hacer negocios que no harían si este fondo no existiera. En el sistema actual, si un banco es irresponsable y anda en la cuerda floja, al caer, cae el solo. Pero en el sistema planeado, ya no es un solo banco, sino un montón que confiando en la red de seguridad, andan en la cuerda floja, y al caer tantos a la vez, la red de seguridad no va a soportarlos, y va a ceder. ¿Por qué? Porque el prestamista de último recurso elimina el riesgo moral de hacer negocios irresponsables.
Panamá no tiene moneda propia ni Banco Central para tratar de inventarse una red nueva de la nada. Iríamos por el camino de la Gran Recesión del 2008.
El sistema panameño ha funcionado muy bien, a pesar, o más bien debido a que no tenemos prestamistas de último recurso que eliminen el riesgo moral y socialicen las pérdidas. Cuando un banco cae, cae él solito, por sus malos manejos o por su oportunismo, pero no caen varios a la vez. El sistema ha resistido la dictadura militar, la invasión de 1989, las crisis del 2002 y del 2008, la quiebra de varios bancos, los Panama Papers, la Lista Clinton. El sistema bancario panameño ha demostrado ser bastante resiliente. Un fondo de liquidez privado no sería mala idea si fuera privado y voluntario; ¿pero estatal?, vamos, lo peor de Panamá como país es su estado. Un estado congelado en los 1970s. Todo lo que pueda salir mal, va a salir mal.
[i] FMI le propone a Panamá crear fondo de liquidez.
[ii] Panamá hace cambios en el proyecto de liquidez de la banca.
[iii] FMI insta a Panamá a crear fondo para el rescate de bancos.
[iv] Superintendencia sugiera la creación de fondo para riesgo sistémico.
[v] Regulador Bancario prepara modificación a la ley y fondo de liquidez.
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